A la jurista constitucionalista que nos ha brindado disparates como «las mujeres tienen que ser creídas siempre, sí o sí»… o «El rey no pisará la Cámara Baja para dar explicaciones, ya que resultaría inconstitucional»… le parece difícil entender cómo se les «desploma tanto el electorado». Así lo ha asegurado la Vicepresidenta primera, Carmen Calvo, en una entrevista en Onda Cero.
Tendremos que explicárselo a la jurista constitucionalista que cometió esos dos auténticos atentados verbales. Aberraciones contra la democracia, contra la justicia, y contra los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas.
Lo que Carmen Calvo no tiene en cuenta.
Señora Carmen Calvo, lo que no entiende su electorado es que defiendan con tanto ahínco a la monarquía definiéndose como partido republicano.
Lo que su electorado no entiende es que ustedes lleven a sus hijos a colegios concertados después de defender la educación pública a capa y espada. Obvio es que ustedes pueden hacerlo libremente, entiéndaseme, pero la gente percibirá ahí una pequeña contradicción en su discurso.
Igual que su electorado no entenderá que los dirigentes del PSOE acudan a la sanidad privada después de defender la sanidad pública con uñas y dientes. ¿Tan poquito confían en la pública?
De la misma forma que su electorado no puede entender que hace justo un año, cuando no había test PCR ni para los sanitarios, a usted le hacían uno todos los días durante más de una semana hasta que dio positivo.
A toda estas contradicciones ideológicas del PSOE, el tuitero @pablom_m añade:
No han derogado la reforma laboral ni la ley mordaza. No han regulado los precios de los alquileres, le han regalado Bankia a La Caixa, el precio de luz sigue subiendo. Han rescatado las autopistas de Florentino Pérez mientras ponen peajes en las carreteras. Las colas del hambre cada vez más largas. Millones de personas sin el ingreso mínimo vital porque es una maraña burocrática, los empresarios aprovechen los ERTE para despedir y los jóvenes tienen una tasa de paro del 40%. Y vais a Madrid con un candidato que no tiene pulso.
Pues yo, en mi humilde y limitado conocimiento electoral, no lo considero tan difícil de entender, señora Carmen Calvo.
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