Las fiestas populares vascas se están enfrentando recientemente a una crisis sin precedentes que amenaza su supervivencia. A mediados de mayo de 2025, las tres principales organizaciones festivas de las capitales vascas —Bilboko Konpartsak, Gasteizko Txosnak y Donostiako Piratak— lanzaron un mensaje de alarma conjunto advirtiendo que "las fiestas, tal y como las conocemos hoy, están en riesgo de desaparecer"917. Esta crisis surge de la imposición de marcos regulatorios empresariales a organizaciones voluntarias sin ánimo de lucro, particularmente la obligatoriedad del sistema TicketBAI-Batuz, junto con el incremento de trabas administrativas y la mercantilización progresiva del espacio público festivo. El conflicto evidencia una profunda incomprensión institucional sobre la naturaleza distintiva de las txosnas como expresiones culturales comunitarias que requieren marcos normativos específicos y diferenciados de la lógica comercial tradicional.
1. El modelo tradicional de fiestas populares con txosnas en Euskadi
Concepto, orígenes históricos y evolución cultural
Multitud divirtiéndose en las txosnas de Bilbao | Foto: elcorreo.com |
Estas instalaciones guardan cierta similitud con lo que en otras ferias se conoce como "casetas", pero no son exactamente lo mismo. Tanto las casetas como las txosnas cumplen una función social y cultural muy parecida: Son puntos de encuentro festivo donde se fomenta la convivencia, la expresión popular y el sentimiento de comunidad. Ambas son, desde hace generaciones, espacios recreados para la festividad colectiva reforzando los lazos sociales.
Sin embargo, hay una diferencia fundamental en su uso y concepción del espacio. En las casetas, el ambiente festivo se desarrolla principalmente en el interior: La gente entra, se resguarda, come, bebe y baila bajo techo o lona. Son espacios cerrados que delimitan claramente el "dentro" y el "fuera".
En cambio, en las txosnas, la actividad se vive hacia fuera. Aunque técnicamente existe una estructura colorida, lo esencial ocurre alrededor de ella: Se pide en la barra exterior, se conversa en grupo en la calle, se comparte de pie, al aire libre. La txosna no acoge tanto al público dentro, sino que lo convoca a su alrededor, extendiéndose hacia el espacio público como una prolongación natural de la calle.
El modelo moderno de fiestas populares con txosnas experimentó una transformación revolucionaria en 1978 con la primera Aste Nagusia de Bilbao4. Esta iniciativa surgió de un concurso de ideas denominado "Hagamos populares las fiestas de Bilbao", en respuesta a la necesidad de democratizar unas celebraciones que hasta se limitaban a actividades por aquel entonces elitistas y de pago como eran la ópera, el teatro y los toros. La primera edición fue ganada por el colectivo Txomin Barullo, que estableció los principios de participación popular, autogestión y gratuidad que caracterizan las fiestas actuales18.
Características fundamentales del modelo
Actuación del grupo F. R. A. C. en la txosna de Askapeña en 2018 | Foto: M. A. G. |
Las txosnas funcionan como iniciativas sin ánimo de lucro, gestionadas por gente voluntaria, constituyendo lo que los organizadores describen como "un tesoro de nuestro pueblo que se debe proteger diferenciándolo de eventos comerciales"1. Estas estructuras temporales se erigen durante las fiestas mayores de agosto en las tres capitales vascas —Bilbo, Gasteiz y Donostia— así como en numerosos municipios de Euskal Herria. Su función va más allá de la mera venta de bebidas como kalimotxo y cerveza, junto con alimentos básicos como bocadillos15, para convertirse en centros neurálgicos de música y socialización intergeneracional e intercultural.
La estructura organizativa se basa en el trabajo voluntario de cientos de personas que dedican tiempo, esfuerzo y recursos personales para construir, gestionar y desmontar estas instalaciones temporales. Los beneficios económicos generados se reinvierten en actividades culturales, sociales y benéficas, manteniendo el carácter no lucrativo que define su esencia19. Esta lógica redistributiva contrasta radicalmente con los modelos comerciales convencionales, creando en la actualidad tensiones regulatorias que han cristalizado en la crisis actual.
2. Organizaciones protagonistas del movimiento festivo popular
Bilboko Konpartsak como pioneros de la Aste Nagusia
Bilboko Konpartsak representa la federación de comparsas más veterana y numerosa de Euskadi, responsable de organizar la Aste Nagusia bilbaína desde sus primeros años. Esta organización gestiona un programa que incluye más de 600 actividades durante los nueve días de fiestas, desarrollando una programación popular, variada, gratuita y participativa7. Su modelo organizativo descentralizado integra múltiples comparsas históricas como Txomin Barullo, Bizizaleak, Hontzak, Moskotarrak, Pinpilinpauxa, Tintigorri y Uribarri, muchas de las cuales participan desde la primera edición de 197818.
La capacidad de convocatoria de Bilboko Konpartsak queda demostrada por los 1,8 millones de visitantes que atrajeron las fiestas bilbaínas en 2024, consolidando la Aste Nagusia como una de las celebraciones populares más multitudinarias del Estado Español. Su programa incluye actividades acuáticas en la ría de Bilbao, competiciones deportivas populares, espectáculos infantiles y una extensa programación musical que combina grupos locales con artistas de proyección nacional7.
Gasteizko Txosnak: Tradición y resistencia en Gasteiz.
Preparativos de una txosna en Gasteiz. | Foto: noticiasdealava.eus |
Gasteizko Txosnak agrupa las txosnas que participan en las fiestas de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz, celebradas tradicionalmente del 4 al 9 de agosto. Esta organización cuenta con 43 años de trayectoria19 y ha desarrollado un modelo organizativo horizontal que funciona como comisión coordinadora de los diferentes colectivos participantes. Su programación musical en el txosnagune 2024 incluyó artistas como Gatibu, Eire, Ithaka, Mice, Harakin, Elena Barker y Vutron, desarrollada en el txosnagune en paralelo a los conciertos oficiales de la Plaza de los Fueros8.
Ha sido particularmente activa en la defensa de la autonomía organizativa, reivindicando su plena legitimidad para decidir cómo y con quién quiere trabajar frente a presiones externas.. La organización mantiene que su objetivo es impulsar un espacio seguro basado en la confianza y que todos los grupos participantes deben comprometerse al respeto mutuo12.
Innovación festiva en Donostia gracias a Donostiako Piratak
Ultimando preparativos en una txosna de Donostia |
Donostiako Piratak organiza la Semana Grande Pirata de Donostia, tradicionalmente celebrada a mediados de agosto, en 2024 con el lema "Jalgi belak mastara eta euskara plazara! Festa Ipar". Su modelo organizativo se distingue por la integración de elementos temáticos piratescos que incluyen el tradicional Abordaje como acto central.
Su programación combina espacios como Flamenka (puerto) para conciertos principales y la plaza de la Trinidad para ofertas más reducidas, manteniendo la diversidad de propuestas característica del modelo txosna16.
3. Problemática Actual: Trabas Administrativas y Presión Fiscal
La Imposición del Sistema TicketBAI-Batuz
El principal factor desencadenante de la crisis actual es la obligatoriedad de implementar el sistema TicketBAI como parte del proyecto Batuz de las Haciendas Forales vascas. Según la Diputación de Bizkaia, las txosnas tendrán que empezar a implementarlo o en julio de 2025 o en enero de 2026 dependiendo de su forma jurídica. Este sistema, diseñado para combatir el fraude fiscal empresarial, obliga a todas las entidades con actividad económica a emitir tickets informatizados para cada transacción, incluyendo la venta de kalimotxos y bocadillos en las txosnas.
La imposición del TicketBAI ha generado una fuerte resistencia de las organizaciones festivas, que consideran grave que se pretenda equiparar el trabajo voluntario de los modelos populares, colectivos y sociales con el de las empresas privadas19. En Gasteiz, la Diputación de Álava llegó a abrir expedientes sancionadores con multas mínimas de 20.000 euros a varias txosnas durante las fiestas de 202410, evidenciando la rigidez de un sistema que no contempla las especificidades del modelo festivo popular.
Incremento de Costes y Carga Administrativa
Los organizadores denuncian que la carga de los trámites administrativos, el aumento de costes, las medidas restrictivas y las trabas al uso del espacio público están poniendo en riesgo el futuro de la expresión colectiva que son las fiestas y txosnas1. Esta burocratización progresiva contrasta dramáticamente con la simplicidad original del modelo: En 1978, las primeras txosnas de Bilbao se montaron en un solo día con estructuras idénticas, y sin las complejas licencias actuales18.
El encarecimiento de los costes afecta múltiples aspectos de la organización, desde los permisos municipales hasta los seguros obligatorios, pasando por otras exigencias legales. Estas cargas financieras resultan particularmente onerosas para organizaciones que funcionan exclusivamente mediante trabajo voluntario y cuyos beneficios se destinan a fines sociales y culturales, no a retribuir inversiones privadas9.
Mercantilización del Espacio Público
Un aspecto fundamental de la problemática es lo que los organizadores describen como la "privatización del espacio público" y la "mercantilización del ocio"17. Las instituciones públicas priorizan las actividades con fines lucrativos en detrimento de las fiestas autogestionadas3, creando una competencia desigual donde las txosnas deben competir por espacios y recursos con eventos comerciales que operan bajo lógicas de rentabilidad económica. Se han endurecido los controles fiscales sobre las txosnas, ignorando que su naturaleza no lucrativa y su función social las diferencia cualitativamente de los establecimientos comerciales convencionales.
4. Propuesta de solución mediante una normativa específica
Reconocimiento de la naturaleza administrativa especial de las txosnas
Las administraciones podrían y deberían contar con marcos adaptados a sus necesidades y así reconocer que no son empresas ni son eventos comerciales: Son personas voluntarias1. Esta solución implica la necesidad de desarrollar una normativa específica que contemple las particularidades del "modelo txosna", diferenciándolo claramente de las actividades empresariales sujetas a la legislación comercial y fiscal ordinaria.
El reconocimiento legal de la naturaleza especial de las txosnas debería incluir la creación de una categoría jurídica específica que refleje su carácter de iniciativas culturales comunitarias sin ánimo de lucro. Esta figura jurídica permitiría aplicar regímenes fiscales diferenciados, procedimientos administrativos simplificados y criterios de seguridad adaptados a su realidad organizativa basada en el voluntariado14.
Simplificación de trámites administrativos
La implementación de una normativa específica para txosnas debe priorizar la simplificación máxima de los trámites administrativos, eliminando procedimientos burocráticos diseñados para empresas comerciales que resultan inadecuados para organizaciones voluntarias temporales. Esto incluiría la creación de licencias únicas que aglutinen todos los permisos necesarios, plazos de tramitación acelerados y exención de determinadas obligaciones fiscales incompatibles con la naturaleza no lucrativa de estas iniciativas.
La simplificación administrativa debería extenderse también a los controles de seguridad alimentaria, estableciendo protocolos específicos para la manipulación de alimentos en contextos festivos que mantengan los estándares de seguridad sin imponer cargas desproporcionadas a organizaciones que operan con recursos limitados y personal voluntario no profesionalizado.
Exención fiscal y régimen tributario especial
Una solución fundamental pasa por el establecimiento de un régimen tributario especial que reconozca la función social y cultural de las txosnas. Este régimen debería incluir la exención del IVA para las actividades desarrolladas durante las fiestas populares, así como la no aplicación de sistemas como TicketBAI que resultan incompatibles con la lógica organizativa del voluntariado festivo.
El régimen fiscal especial podría articularse mediante la creación de una categoría específica de "entidades festivas populares" que, cumpliendo determinados requisitos como la ausencia de ánimo de lucro, la reinversión de beneficios en actividades socioculturales y la gestión voluntaria, accederían a importantes simplificaciones tributarias. Esta aproximación permitiría mantener un control mínimo sobre las actividades económicas desarrolladas sin imponer cargas desproporcionadas que amenacen la viabilidad del modelo.
Apoyo institucional y financiación pública
Las administraciones públicas deberían reconocer el valor cultural y social de las txosnas mediante programas específicos de apoyo que incluyan subvenciones directas, cesión gratuita de espacios públicos y apoyo técnico para el cumplimiento de las obligaciones administrativas simplificadas. Este apoyo institucional debe entenderse como una inversión en patrimonio cultural inmaterial y cohesión social, no como una concesión graciable a actividades marginales.
La financiación pública podría articularse mediante convenios estables que garanticen la continuidad del modelo festivo, proporcionando seguridad jurídica a las organizaciones y permitiendo una planificación a medio y largo plazo. Estos convenios deberían incluir cláusulas que protejan la autonomía organizativa de las txosnas, evitando injerencias políticas que comprometan su carácter popular y participativo.
5. Txosnas entre dos mundos: Regulacion moderna y tradición popular.
La crisis de las txosnas vascas evidencia un conflicto más amplio entre la lógica administrativa moderna, orientada hacia la regulación empresarial y el control fiscal, y las formas tradicionales de organización social basadas en el voluntariado y la reciprocidad comunitaria. La imposición de marcos regulatorios diseñados para empresas comerciales a organizaciones culturales sin ánimo de lucro no solo amenaza la supervivencia de las fiestas populares, sino que revela una incomprensión fundamental sobre el valor social y cultural de estas manifestaciones.
La propuesta de desarrollar una normativa específica para las txosnas representa una solución viable que permitiría preservar este patrimonio festivo sin renunciar a niveles básicos de control administrativo. Sin embargo, su implementación requiere voluntad política para reconocer que las fiestas populares constituyen un bien cultural que merece protección específica, no un sector económico más sujeto a la regulación comercial ordinaria.
El fin de esta crisis dependerá de la capacidad de las instituciones vascas para desarrollar marcos normativos innovadores que concilien las exigencias del Estado moderno con las necesidades de preservación cultural. La movilización conjunta de Bilboko Konpartsak, Gasteizko Txosnak y Donostiako Piratak, en el acto del 31 de mayo de 2025 en Miribilla39, representa una oportunidad histórica para repensar la relación entre administración pública y cultura popular en Euskadi. El desafío es considerable, pero la supervivencia de este genuino modelo festivo justifica los esfuerzos necesarios para encontrar soluciones que respeten tanto la legalidad contemporánea como la legitimidad tradicional de las fiestas populares vascas.
6. Acto unitario los tres principales colectivos en Bilbao.
El pasado sábado 31 de mayo, los colectivos Bilboko Konpartsak, Donostiako Piratak y Gasteizko Txosnak, en presencia de gran cantidad de prensa, llevaron a cabo un gran acto en el anfiteatro de Miribilla, en Bilbao, bajo el lema “Txosnak arriskuan” (“Txosnas en peligro”). El objetivo principal de esta iniciativa fue denunciar públicamente que el modelo tradicional de txosnas y fiestas populares está en riesgo de desaparecer debido a la creciente privatización, la mercantilización del ocio y las crecientes trabas administrativas y normativas impuestas por las instituciones públicas.
Durante el acto, los representantes de los tres colectivos lanzaron un mensaje de alarma, advirtiendo que las fiestas, tal y como las conocemos hoy, están en riesgo de desaparecer. Subrayaron que las txosnas son iniciativas autogestionadas y sin ánimo de lucro, gestionadas por personas voluntarias, y que la falta de un marco normativo adaptado a su naturaleza dificulta cada vez más su supervivencia. Entre los principales obstáculos mencionaron:
La carga de los trámites administrativos
El encarecimiento de los costes
Las restricciones normativas
Las trabas al uso del espacio público
Además, criticaron que las instituciones priorizan las actividades con fines lucrativos frente a los modelos populares y autogestionados. Reclamaron una normativa especial y adaptada a las necesidades de las txosnas, diferenciándolas de los eventos comerciales y poniendo en valor el papel del voluntariado en la organización de las fiestas populares.
El acto del 31 de mayo sirvió como llamamiento a la ciudadanía para defender las txosnas y las fiestas populares, consideradas un “tesoro del pueblo” y una expresión colectiva fundamental de la cultura vasca.
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