Cómo aprovecha el poder la ausencia de pensamiento crítico en la sociedad.

Y hoy una nueva demostración de cómo los medios de comunicación vendidos al poder manipulan nuestras mentes alterando la percepción y la opinión que tenemos sobre otros países.

Las imágenes de la boda de una niña de nueve años indignan en Irán





Cuando un periódico como El Mundo publica una noticia como esta es porque Donald Trump tiene como objetivo liarse a misilazos con Irán en 3, 2, 1...


Que no quiere decir que vaya a hacerlo, pero por si acaso, tanto Donald Trump, como el gobierno español necesitan que los españoles conciban a Irán como el mismísimo demonio. Como una sociedad inmoral donde se casan con niñas de 13 y hasta 9 años.

Porque todos y todas estaremos de acuerdo que casarse con una niña de 9 o de 13 años es abominable e inmoral. Algo contra lo que debemos alzar la voz en el mundo occidental.

¿Dónde está entonces la manipulación de El Mundo por la que se pretende que, si empiezan a caer misiles en Irán, no sintamos la menor empatía ni nos despierte la menor compasión como ya pasó con Iraq?

En primer lugar porque estos mismos matrimonios ya ocurrían en Irán el año pasado, pero no nos los contaban. Irán era un amigo. En cambio ahora se le ha puesto a Trump entre ceja y ceja.

Pero es que además hay otros países donde no es infrecuente el matrimonio con niñas. 

Por ejemplo Estados Unidos, con 13.000 niñas de hasta 12 años casadas anualmente.

Sin olvidarnos de España y otros países europeos.

Con esto quiero dar a entender que son matrimonios repudiables moralmente, pero que tengamos claro cuándo el objetivo de un mass media no es informar, sino desprestigiar a toda costa para crear en nosotros/as una corriente de opinión negativa a favor del amo.

Saben que la gente opina de noticias sin profundizar, sin cotejar con las noticias del entorno, sin hacer un "dos noticias juntas se entienden mejor".  Saben que la gente opina de sentencias judiciales sin leerlas y de partidos de fútbol sin verlos. Porque leer una sentencia, ver un partido de fútbol o profundizar en la noticia exigen tiempo y esfuerzo

Pensemos por nosotros mismos sin que nos teledirijan a su antojo.

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