Últimamente Facebook está resultándome muy útil para
mantenerme informado, NO sobre la actualidad de mi ciudad, de mi país o del
mundo, sino sobre la opinión que tienen mis contactos acerca de lo que ocurre
en mi ciudad, país y mundo.
Si bien hace menos de un mes esa red social me sirvió para palpar
el descontento generalizado de mis paisanos linarenses con la actualconfiguración de la feria de San Agustín, durante las últimas
horas estoy comprobando que cuando un dirigente del Partido Popular suelta una
pulmonía, incluso rectificada y enmendada por sus propios jefes, no son pocos
los que se apresuran a repetir el discurso como loros.
Javier Maroto, Vicesecretario de política sectorial del PP, llegó
a asegurar este viernes 11 que entre los
refugiados que llegan "hay muchos
yihadistas" que "son
personas que un día ponen una bomba".
Afortunadamente , Soraya Sáenz de Santamaría, (¿quién me diría que un día le iba a dar la razón?) corrigió a Maroto:
- Las personas que
salen de Siria y de algunos de estos países huyen precisamente del terror, y
huyen del terrorismo, y nuestra obligación como Estado es proteger la seguridad
de los españoles y de los que vienen a vivir entre nosotros -afirmó la
Vicepresidenta del Gobierno del Estado Español.
Yo, desde mi humilde posición de ciudadano irrelevante, tengo claro (y supongo que la inmensísima mayoría de los habitantes de este terruño) que habrá que tomar las medidas de seguridad necesarias ante la avalancha que se nos avecina. Es lógico que haya inquietud, porque acoger a alguien que viene de lejos y con costumbres muy diferentes significa sacrificio y conlleva situaciones nuevas, diferentes y difíciles de manejar. Pero este asunto es muy delicado, así que ojo con convertir en terroristas a las víctimas del terrorismo. NO conviene confundir, como ha intentado Javier Maroto, a las víctimas con los verdugos. Y NO conviene que los políticos instrumentalicen, como ha intentado Javier Maroto, el miedo o la lógica inquietud que produce el diferente. Ojo con convertir a los refugiados en sospechosos de terrorismo para que luego cuando lleguen los miremos con miedo. ¡Que no, Maroto, que los que vienen son las víctimas! ¡Y que es vil y rastrero confundir, intentar confundir y equiparar víctimas y verdugos!
No obstante, dentro de la evidente desgracia de esa pobre
gente que ha tenido que dejarlo todo atrás, hay que buscar lo positivo. Y es
que gracias a esta gran ola de solidaridad que se está levantando, esta sociedad
decadente en la que se está convirtiendo Europa ha arrojado un pequeño rayo de
luz para la Esperanza. Es cierto que
habrá que canalizar, tanto esa incipiente ola de solidaridad, como la riada de
refugiados que está llegando. Habrá que organizar todo este asunto, está claro.
¡Pero Maroto, no juegue usted con la opinión pública ahora que nuestra sociedad
se está levantando y se está organizando
porque quiere acoger a gente que sufre!
Así que vamos a repetir lo evidente, no por Javier Maroto
(olvidemos sus declaraciones cuanto antes) sino por su legión de re-publicadores
facebookeros:
LOS REFUGIADOS HUYEN
PORQUE SON VÍCTIMAS DEL TERRORISMO.
NO NOS EQUIVOCAMOS
CUANDO LOS ACOGEMOS.
LOS TERRORISTAS, LOS
MALOS, SON ESTADO ESTADO ISLÁMICO.
NO SE PUEDE CONFUNDIR
A UNOS CON OTROS.
LUCHEMOS CONTRA
ESTADO ISLÁMICO Y AYUDEMOS A SUS VÍCTIMAS.
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