La copla:
1) Nace en Andalucía.
2) Se desarrolla en Andalucía.
3) Los precursores fueron andaluces: Quintero, León y Quiroga.
3) Posteriores autores también eran andaluces. El único no andaluz, es de Murcia que también era Andalucía hace siete siglos.
4) Los temas, salvo alguna excepción que confirma la regla, son andaluces.
5) Los y las intérpretes son andaluces. También con alguna excepción que confirma la regla. Pero lo más importante es el espíritu. La copla no es flamenco, "sólo" tiene sus connotaciones, su estilo plenamente andaluz.
6) Las letras, el alma de la copla, difieren de todos los demás estilos musicales, porque no se recrean en un hecho, sino que cuentan historias que suceden en calles y barrios de Andalucía.
7) Los y las interpretes cantan ataviados con indumentaria típica andaluza, ellas con traje de faralaes y ellos con sombrero cordobés.
8) Visto todo lo anterior, la copla supone un fenómeno incuestionablemente andaluz aunque, como tantas y tantas cosas, le han añadido el apellido de "española", "canción española" por tener algo, ya que al ser España un popurrí artificial, por no haber, no hay ni folclore propio, necesitando adoptar el de Andalucía, la joya de la corona.
La copla es un fenómeno musical distinto, independiente, con personalidad propia... y, por supuesto, "Made in Andalucía". Quien lo ponga en duda, que empiece a enumerar temas, autores e intérpretes castellanos. Alguno habrá, por supuesto (igual que hay japoneses que bailan flamenco y sevillanas) pero su porcentaje es mínimo. Y esa es la realidad. No hay otra. Sin embargo, si preguntamos a cualquiera (sea andaluz o español) acerca de la copla defenderá con uñas y dientes que la copla, la "canción española", es patrimonio nacional, orgullo de la gloriosa España, desconociendo por supuesto que fue el régimen franquista quien tuvo que dar personalidad y lustre a la nación mediante la pobre estrategia de españolizar aspectos tan autóctonos de Andalucía como la copla y los caballos de raza árabe o caballos andaluces oficialmente "pura raza española". Debe ser triste sentirse orgulloso de una nación que necesita adoptar y asimilar la cultura de sus colonias para tener algo "propio" que vender al exterior.
Pero lo más triste de todo esto es que los principales culpables de esta nuestra prostitución cultural somos los propios andaluces, ya que si tuviéramos un poco de dignidad, un poco de amor propio, nos sentiríamos ofendidos (o se nos caería la cara de vergüenza) por que una sardana sea folclore catalán, una muñeira folclore gallego, una jota folclore aragonés, pero una copla folclore profundamente español.
Y otro tanto podríamos decir del flamenco.
1) Nace en Andalucía.
2) Se desarrolla en Andalucía.
3) Los precursores fueron andaluces: Quintero, León y Quiroga.
3) Posteriores autores también eran andaluces. El único no andaluz, es de Murcia que también era Andalucía hace siete siglos.
4) Los temas, salvo alguna excepción que confirma la regla, son andaluces.
5) Los y las intérpretes son andaluces. También con alguna excepción que confirma la regla. Pero lo más importante es el espíritu. La copla no es flamenco, "sólo" tiene sus connotaciones, su estilo plenamente andaluz.
6) Las letras, el alma de la copla, difieren de todos los demás estilos musicales, porque no se recrean en un hecho, sino que cuentan historias que suceden en calles y barrios de Andalucía.
7) Los y las interpretes cantan ataviados con indumentaria típica andaluza, ellas con traje de faralaes y ellos con sombrero cordobés.
8) Visto todo lo anterior, la copla supone un fenómeno incuestionablemente andaluz aunque, como tantas y tantas cosas, le han añadido el apellido de "española", "canción española" por tener algo, ya que al ser España un popurrí artificial, por no haber, no hay ni folclore propio, necesitando adoptar el de Andalucía, la joya de la corona.
La copla es un fenómeno musical distinto, independiente, con personalidad propia... y, por supuesto, "Made in Andalucía". Quien lo ponga en duda, que empiece a enumerar temas, autores e intérpretes castellanos. Alguno habrá, por supuesto (igual que hay japoneses que bailan flamenco y sevillanas) pero su porcentaje es mínimo. Y esa es la realidad. No hay otra. Sin embargo, si preguntamos a cualquiera (sea andaluz o español) acerca de la copla defenderá con uñas y dientes que la copla, la "canción española", es patrimonio nacional, orgullo de la gloriosa España, desconociendo por supuesto que fue el régimen franquista quien tuvo que dar personalidad y lustre a la nación mediante la pobre estrategia de españolizar aspectos tan autóctonos de Andalucía como la copla y los caballos de raza árabe o caballos andaluces oficialmente "pura raza española". Debe ser triste sentirse orgulloso de una nación que necesita adoptar y asimilar la cultura de sus colonias para tener algo "propio" que vender al exterior.
Pero lo más triste de todo esto es que los principales culpables de esta nuestra prostitución cultural somos los propios andaluces, ya que si tuviéramos un poco de dignidad, un poco de amor propio, nos sentiríamos ofendidos (o se nos caería la cara de vergüenza) por que una sardana sea folclore catalán, una muñeira folclore gallego, una jota folclore aragonés, pero una copla folclore profundamente español.
Y otro tanto podríamos decir del flamenco.
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